Subscribe:

Labels

carrera (5) diario (16) examenes (5) google (1) humor (4) libros (2) mejillón (8) música (7) películas (1) reflexiones (3) relleno (7)

domingo, 16 de diciembre de 2012

¿Ganar dinero en Internet?

Sí, sé lo que estáis pensando: "esta viene una vez al año a soltarnos un rollo macabeo para luego volver a hacerse la loca otro medio hasta que aparezca con alguna mierda que no voy a leer". Aunque igual por el título de la entrada solamente pensáis que me han hecho algún chanchullo en la cuenta, pero no. Soy yo, la tonta de siempre, os lo prometo.

¿Por qué esta entrada y no una que explique lo bien que se me da comer bizcocho de limón? Porque lo digo yo. Y ya está. Sé que muchos estaréis en mi misma situación y me refiero a lo del bizcocho de limón. Nos engañaron como a tontos. "Estudia", decían  "mañana podrás ser alguien y vivir decentemente", decían. Y aquí estamos, parados, con una carrera y mil tontás en la cabeza que no ofrecen la suficiente diversión como para dedicarles más de un día... y lo que es peor, todo eso, no da dinero.

En vista de todo esto pensé (sí, a veces ocurre): ¿Por qué no miro alguna cosa de estas que hay tan modernas en internet para ganarme unos eurillos? Y puse manos a la obra. Os prometo que estas cosas nunca me han ido y siempre he pasado de meterme en asuntos raros de este estilo. Una amiga me invitó a BERUBY. Es sencilla y pagan por Paypal, no tienes que conseguir ningún mínimo para solicitar el pago. En cosa de un mes yo llevo 5 euros. No son muchos, pero menos te dan por ver Sálvame y hay gente que lo hace. Puedes encontrar descuentos en un montón de compras online o puedes ahorrar algo también viendo vídeos, registrándote en alguna que otra página e incluso buscando en Yahoo.

Otra de mis opciones fue CONSUPERMISO. Aquí, normalmente, te dan dinero por leer correos. En alguna ocasión te envían alguna encuesta pero ya está. Eso sí, en esta página la cosa va un poco lenta. Porque te piden que alcances un mínimo de 30 euros para solicitar el pago.

Y ya está. Tampoco estoy en veinte páginas porque tampoco es una cosa a la que me agrade demasiado dedicar tiempo, pero si buscáis por ahí, hay algunas que también ofrecen dinero por responder encuestas. Todo sea por sacar unos ahorrillos en estos tiempos tan malos.

Espero que no me mandéis a tomar vientos por esta entrada, está aquí a modo de recomendación, para quien la quiera. Si queréis intentar sacarle provecho, adelante.

jueves, 21 de junio de 2012

Mejor que en la mismísima tierra prometida

El Boss, hizo historia este domingo dando el concierto más largo de su carrera, ¿y sabéis qué? Que yo estuve allí.

Han pasado más de 15 años desde que me declaré fan de Springsteen, los mismos que he estado deseando poder verle en directo. Compré mi entrada con más de seis meses de antelación y desde ese día han habido mañanas que solo sentía que merecía la pena levantarse de la cama por poder tachar un día más en mi calendario. He sentido como los días se arrastraban poco a poco y como mis nervios iban aumentando... y es que esperar algo durante 15 años te genera muchísimas expectativas, esperas que todo salga perfecto e intentas cuidar tener todos los detalles preparados con semanas (o meses) de antelación esperando que nada te lo joda en el último momento. Lo que no te esperas es que las cosas salgan mejor de lo que esperabas.


Casi cuatro horas de concierto en las que lloré (sí, como una magdalena y sin miedo a tener que salir en barca), reí, bailé y grité como nunca antes lo había hecho. Lo sentí todo, allí desde mi asiento. La entrada fue cara, sí, estamos de acuerdo, pero sentirte tan feliz y cumplir un sueño que llevas años persiguiendo es algo que jamás se podrá comprar. Han pasado casi cuatro días desde aquel concierto épico y, aunque le he dado vueltas, aún no soy capaz de expresar todo lo que sentí allí.


Y, sí, me acordé mucho de Nacho, muchísimo. No diré que eramos amigos porque no lo eramos, pero eramos conocidos y a pesar de eso cuando me enteré de su muerte me tiré todo el día llorando. Imaginaos el tamaño de mis lagrimones cuando Springsteen, demostrando una vez más lo grande que es, le dedicó The River.




Springsteen nunca falla, no me voy a cansar de decirlo. Jamás volveré a vivir algo así y por eso haber estado allí, ese día, merece la pena todo. Nadie sabe el poder que tiene una canción hasta que no la vive, hasta que la siente suya y hasta que no nota ese cosquilleo recorriéndole el cuerpo mientras le asoma una lagrimilla al escucharla en directo. Y, sin lugar a dudas, esta es la mía:



miércoles, 18 de enero de 2012

redescubriendo un grande

Algunos lo sabéis, otros no, a otros os tocará los pies, pero soy muy fan de Ricky Gervais desde hace un tiempo. Podríamos decir que el año pasado vi la gala de los Golden Globes por él, vi un par de películas suyas e incluso me vi el primer capítulo del The Office inglés (y sólo el primero, porque el Dwight inglés no me termina de caer bien).

Le llevo persiguiendo por Twitter desde hace un tiempo, descubrí que era un amante de los animales y me emociono cuando le veo subir una foto con un perrete o un gatico. Así soy yo, de las que creen que la regla básica para ser buena gente es querer a los animales.



El caso, es que desde hace un par de días estoy repasando (aunque algunos los veo por primera vez) el material que hay sobre el señor Gervais en Youtube, y sinceramente cada día me gusta más.





Podréis pensar "hostias, es cruel", sí, lo es, y quizá eso es lo que más gracia me hace de todo. Si no podemos decir lo que pensamos usando el humor, ¿entonces cómo? Hay quien piensa que siempre hay ciertos temas tabú a la hora de hablar, ya sea en serio o no, pero si no aprendes a reirte de todo, ¿qué te queda?

Pensádlo y adorad a Ricky.

lunes, 9 de enero de 2012

Su gripazo, gracias.

Cuando mi tía me dio el regalo de Reyes debió preguntarme: "¿lo quieres con gripe o sin gripe?" el caso es que no debí entenderla y ahora mismo sé como se siente un geranio. Si alguien pudiera ver lo que hay ahora mismo dentro de mi cabeza encontraría un mono vestido de botones tocando el tambor y ya.

Y los síntomas tenían que empezar HOY. Llevo dos semanas diciendo "el papeleo para la beca de auxiliar de conversación lo dejo para mañana" y hoy que no he tenido más remedio que ponerme al lío, redactando escritos en inglés, escaneando títulos y rellenando formularios mientras me siento como si me hubiese intercambiado el cerebro con Belén Esteban o con cualquier otro tertuliano del corazón. Y así pasa, que me pongo a leer el BOE para ver donde tengo que mandar los papeles y no me entero de nada.

Recuerdo que el año pasado lo hice todo en Ciudad Real en compañía de Fer y Bea, pero como es lógico no me compensa pagar 10 euros (gracias a la Cospe por quitarnos el canet joven, así es como avanza el país... no tengo bastante con no tener trabajo que ahora tengo que pagar más para desplazarme) de autobús para llevar un papel al Registro.

Estoy cabreada. Y mucho. Así que os dejo una foto de mi primo Ficus, porque probablemente él será capaz de daros más conversación que yo.



domingo, 1 de enero de 2012

Y tú, ¿qué has hecho este año?

Yo este año he perdido el tiempo esperando lo inesperable. He reído más que llorado y he soñado más que he vivido. He sacado tiempo para que unos cuantos entendidos me hayan podido colgar el título de Diplomada y, sobre todo, he crecido. Pero no he crecido a lo alto o a lo ancho, he crecido como persona conociéndome y conociendo a otros. He intentado responder preguntas que nunca antes quisieron ser contestadas.

He ganado historias que contar a la vez que perdía el sueño, aunque a ti te perdí antes de ganarte. He pasado días enfadada con el mundo con el único escudo que me ofrecían mis sábanas, poniendo la música a todo volumen deseando fundirme con ella y desaparecer cuando alguien decidiese darle al OFF. Otros días me he limitado a esconder los problemas y disimularlos con una sonrisa… e incluso, a ratos, he logrado librarme de toda preocupación.


He hecho planes que se han desvanecido antes de poder cobrar consistencia. He tenido mucho tiempo libre para poder echar la mirada atrás -y recordar los días en los que intentábamos arreglar el mundo a martillazos con un café en las manos, una Coca-Cola, una caña o un montado de tortilla o durante aquellas caminatas interminables que nos dejaban las manos heladas- no siendo capaz, en más de una ocasión, de ver el ahora, lo que tenía delante de mis narices.

¿Qué le pido al nuevo año? Que sea un poco menos cabrón, para empezar, y que me devuelva toda la suerte que me ha ido quitando durante estos casi 24 años. Un trabajo, un salario y poco tiempo para pensar. Más risas, menos llantos, más conciertos, menos tú y más nosotros. Espacio para poder hacer cosas de las que pueda arrepentirme. Madurez para todo aquel que la necesite y menos juegos en los que sólo he aprendido a perder.

Este año no hay lista de buenos propósitos porque ya no quedan cuentas pendientes ni cabos por atar. Este año estreno libro con todas las hojas en blanco… ni tan siquiera mi libro tiene cuadrícula o líneas, lo que ponga y como lo disponga es cosa mía y de nadie más.