Subscribe:

Labels

carrera (5) diario (16) examenes (5) google (1) humor (4) libros (2) mejillón (8) música (7) películas (1) reflexiones (3) relleno (7)

miércoles, 18 de enero de 2012

redescubriendo un grande

Algunos lo sabéis, otros no, a otros os tocará los pies, pero soy muy fan de Ricky Gervais desde hace un tiempo. Podríamos decir que el año pasado vi la gala de los Golden Globes por él, vi un par de películas suyas e incluso me vi el primer capítulo del The Office inglés (y sólo el primero, porque el Dwight inglés no me termina de caer bien).

Le llevo persiguiendo por Twitter desde hace un tiempo, descubrí que era un amante de los animales y me emociono cuando le veo subir una foto con un perrete o un gatico. Así soy yo, de las que creen que la regla básica para ser buena gente es querer a los animales.



El caso, es que desde hace un par de días estoy repasando (aunque algunos los veo por primera vez) el material que hay sobre el señor Gervais en Youtube, y sinceramente cada día me gusta más.





Podréis pensar "hostias, es cruel", sí, lo es, y quizá eso es lo que más gracia me hace de todo. Si no podemos decir lo que pensamos usando el humor, ¿entonces cómo? Hay quien piensa que siempre hay ciertos temas tabú a la hora de hablar, ya sea en serio o no, pero si no aprendes a reirte de todo, ¿qué te queda?

Pensádlo y adorad a Ricky.

lunes, 9 de enero de 2012

Su gripazo, gracias.

Cuando mi tía me dio el regalo de Reyes debió preguntarme: "¿lo quieres con gripe o sin gripe?" el caso es que no debí entenderla y ahora mismo sé como se siente un geranio. Si alguien pudiera ver lo que hay ahora mismo dentro de mi cabeza encontraría un mono vestido de botones tocando el tambor y ya.

Y los síntomas tenían que empezar HOY. Llevo dos semanas diciendo "el papeleo para la beca de auxiliar de conversación lo dejo para mañana" y hoy que no he tenido más remedio que ponerme al lío, redactando escritos en inglés, escaneando títulos y rellenando formularios mientras me siento como si me hubiese intercambiado el cerebro con Belén Esteban o con cualquier otro tertuliano del corazón. Y así pasa, que me pongo a leer el BOE para ver donde tengo que mandar los papeles y no me entero de nada.

Recuerdo que el año pasado lo hice todo en Ciudad Real en compañía de Fer y Bea, pero como es lógico no me compensa pagar 10 euros (gracias a la Cospe por quitarnos el canet joven, así es como avanza el país... no tengo bastante con no tener trabajo que ahora tengo que pagar más para desplazarme) de autobús para llevar un papel al Registro.

Estoy cabreada. Y mucho. Así que os dejo una foto de mi primo Ficus, porque probablemente él será capaz de daros más conversación que yo.



domingo, 1 de enero de 2012

Y tú, ¿qué has hecho este año?

Yo este año he perdido el tiempo esperando lo inesperable. He reído más que llorado y he soñado más que he vivido. He sacado tiempo para que unos cuantos entendidos me hayan podido colgar el título de Diplomada y, sobre todo, he crecido. Pero no he crecido a lo alto o a lo ancho, he crecido como persona conociéndome y conociendo a otros. He intentado responder preguntas que nunca antes quisieron ser contestadas.

He ganado historias que contar a la vez que perdía el sueño, aunque a ti te perdí antes de ganarte. He pasado días enfadada con el mundo con el único escudo que me ofrecían mis sábanas, poniendo la música a todo volumen deseando fundirme con ella y desaparecer cuando alguien decidiese darle al OFF. Otros días me he limitado a esconder los problemas y disimularlos con una sonrisa… e incluso, a ratos, he logrado librarme de toda preocupación.


He hecho planes que se han desvanecido antes de poder cobrar consistencia. He tenido mucho tiempo libre para poder echar la mirada atrás -y recordar los días en los que intentábamos arreglar el mundo a martillazos con un café en las manos, una Coca-Cola, una caña o un montado de tortilla o durante aquellas caminatas interminables que nos dejaban las manos heladas- no siendo capaz, en más de una ocasión, de ver el ahora, lo que tenía delante de mis narices.

¿Qué le pido al nuevo año? Que sea un poco menos cabrón, para empezar, y que me devuelva toda la suerte que me ha ido quitando durante estos casi 24 años. Un trabajo, un salario y poco tiempo para pensar. Más risas, menos llantos, más conciertos, menos tú y más nosotros. Espacio para poder hacer cosas de las que pueda arrepentirme. Madurez para todo aquel que la necesite y menos juegos en los que sólo he aprendido a perder.

Este año no hay lista de buenos propósitos porque ya no quedan cuentas pendientes ni cabos por atar. Este año estreno libro con todas las hojas en blanco… ni tan siquiera mi libro tiene cuadrícula o líneas, lo que ponga y como lo disponga es cosa mía y de nadie más.