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miércoles, 21 de abril de 2010

Tenemos un conciertazo

Estuve a puntito de perdérmelo, sabía que iba a ser algo grande, así que hice lo imposible por no perdérmelo. Mi primer concierto de Love Of Lesbian y encima me tocaba participar con mi guitarra.

Soy muy novata con la guitarra, desde que tengo la acústica no pasa día que no esté un buen rato intentando que algo suene. La iniciativa de CAMON me animó a aprenderme las canciones que había que tocar con los LOL. Era todo muy peculiar, el público participando y ofreciendo un curioso concierto a los artistas. Empecé con Incendios de nieve y no tardé ni tres días en que saliera de un tirón. Le puse ganas y la piel de las yemas de mis dedos de la mano izquierda.

Mentiría si digo que madrugué mucho, porque en realidad madrugué muchísimo. Es más, normalmente yo a esa hora me acuesto en lugar de levantarme. Me levanté a las 5:20 de la madrugada y dormí unas 3 horas, David y yo salimos de mi piso a eso de las 6:40, cogimos el tren a las 7:20 y a las 8:20 estábamos en Atocha, con nuestras guitarras y un sueño de mil demonios, pero ya se sabe, "sarna con gusto no pica".

Anur y Cris nos recogieron en la estación de Atocha y nos pegamos un palizón en metro, al vislumbrar la sala (a eso de las 10 de la mañana) a lo lejos vimos una cola considerable de gente que estaba esperando. El tiempo no acompañó, las cosas como sean, yo salí de casa con el pelo totalmente liso y al llegar a la sala La Riviera parecía la loca de los gatos. Al ver tal cantidad de gente desechamos la idea de desayunar y mientras que estabamos allí yo empecé a acojonarme un poco, porque había olvidado el mail que pedirían en la entrada, el cual nos daría preferencia para pasar, tal y cual. Un señor nos dijo que los que íbamos con guitarra teníamos que ir a la puerta de carga y descarga, tuvimos que abandonar a Cris y Anur, pero lo bueno es que la cola para pasar se redujo bastante.

Después de que no dejase de chispear y de un buen rato de espera (mientras mi pelo seguía ondulándose) la cola comenzó a avanzar, los lesbianos aparecieron por allí unos momentillos y la gente empezó a pasar a la sala. Al llegar mi turno le comenté a la chica de la organización que recogía los mails mi problema, y me dijo que no me preocupase, que tenían listas. Me preguntaron número, enseñé el DNI, y sin problema (y encima me dieron las gracias).

Al entrar el grupo probaba sonido, afinaba instrumentos, saludó, un Santi Balmes armado de paciencia firmó autógrafos, mientras los guitarristas íbamos colocándonos ya que teníamos un sitio reservado, las primeras filas... como si fuéramos VIP. Tocamos Shiwa a la orden de "redoble y empezamos", el grupo se fue y nosotros nos quedamos tocando, intentando que la cosa no fuera un caos.

Comienza el concierto, tocamos más canciones de las que teníamos pensadas, fue muy grande. Primero con Shiwa tuvimos la oportunidad de ver que aquello sonaba bastante bien, con Me amo... No sé qué decir de ese momento, la verdad. Santi bajó al foso para terminar al lado de David y enfrente de mi. Yo intentaba tocar, cantar y mirarle, pero cuando Santi me miró fue como "espera, espera... vamos por partes", creo que el cerebro se me hizo flubber por un momento. Un día en el parque fue simplemente emocionante. Yo le tuve que ceder mi cejilla a David porque se la sabía mejor que yo, así que nada. La verdad es que ver a Santi Balmes sobre el escenario con los ojos cerrados y mordiéndose el labio casi llorando fue enorme. Luego vino John Boy y después Incendios de nieve. Con ésta última la banda subió a gente al escenario, peques, violines y hasta una flauta melódica. Fue genial.
Ya tocaron Maniobras de escapismo ellos solos, así descansamos un poco. Luego 1999, para que las nos dieron las instrucciones para tocarla, y allá que te fuimos. Lo mismo con Noches Reversibles, La niña imantada, música de ascensores y Los niños del mañana (los que se apuntaron y al final no han venido... ¡¡vaya hijos de puta!!). Nos hicieron fotos con ellos, primero guitarras arriba y luego sin ellas. Y como no podía ser de otra manera, el remate final, ¡el recopetín!: Algunas plantas. Después de la coreografía todo el grupo bajó al foso, a la parte de la gente que no llevaba guitarra. Era para verme, saltando con la guitarra a cuestas..

Al terminar nos hicimos los locos, por si alguno del grupo aparecía por allí y podíamos hacernos una foto con ellos y que me firmasen el cd, además de comprarme una exquisita camiseta. Vimos a Juli y a Uri, conseguimos hacernos foto con Juli, que nos firmase y que me perdiera la tapa del rotulador, pero ¡oye! con lo bien que nos trató bien perdido está.


Nos fuimos cuando ya nos echaban. Fuimos todo el camino emocionados, con la cabeza llena de acordes, de canciones y, al menos por mi parte, de felicidad. Una chica nos hizo una encuesta:"¿cómo calificaríais este evento?" imaginaos... mi respuesta fue: "lo mejor que tengas ahí para poner no, lo siguiente" La muchacha se partía el ojete, pero oye, yo era sincera. "¿Qué nota le daríais del 1 al 10?" Hombre... ¡a buena le has ido a preguntar! "¿se puede poner un 12?"
Fuimos a comer algo (en mi caso a beber, porque tenía el estómago cerrado en banda) ya a Atocha, para que al terminar de comer la estación nos quedase cerca. Lo bueno es que lo mejor aun estaba por llegar.

Al terminar de comer, después de estar un ratín sentados, que iba siendo hora, hablar un poco y esas cosas nos fuimos a la estación para ir con tiempo. Llegamos a la estación y estábamos llegando a un bar cuando David dice: "¡Anda, mira quién hay ahí!" Sí señor, nos encontramos con todo el grupo. Como estaban comiendo y no queríamos molestarles nos sentamos a esperar a que se levantasen. Entre tanto, JoanRa estaba dentro del bar, en la barra, y se nos quedó mirando. Claro, a ver, yo con la camiseta del concierto y con la guitarra sentados enfrente de donde el resto del grupo estaba comiendo era como si estuviera pensando: "Sé quiénes sois y lo que queréis". Y en una de estas que lo miré se me quedó mirando y empezó a guiñarme el ojo, yo pensé que eran imaginaciones mías, pero la tercera vez que le vi haciéndome gestos ya no podía ser cosa mía. Salió del bar como una bala y Anur empezó a decir: "va a venir para acá, ya veréis...". Efectivamente, JoanRa fue a su asiento, cogió su camaraza de fotos, se dirigió a nosotros y nos dijo: "¿Os puedo hacer una foto?... Si no os molesta, claro". Se me cayeron los palos del sombrajo por un momento y yo pensando: "¿Pero esto no va al revés?, ¿no somos nosotros los que teníamos que pedir fotos?" El tío muy simpático, muy grande, nos hicimos fotos, nos firmó, nos reímos un rato y ya nos fuimos a por Uri, y para rematar a por Santi y Jordi.




Me sorprendió muchísimo su sencillez y lo bien que nos trataron. Son unos solazos todos ellos. Por alguna extraña razón eran ellos los que nos daban las gracias por estar allí y por haber participado en el grupazo. Creo que dijeron más veces la palabra gracias que nosotros. Son un encanto, de verdad. Estos detalles se agradecen muchísimo cuando vienen de parte de alguien a quien se admira mucho.

La verdad es que no sólo fue una mañana inolvidable, si no que fue un día involdable. Buena música, buenos artistas y grandiosa compañía. Gracias a todos.