Riendo por no llorar

Las últimas semanas han resultado desastrosas, caóticas... Pero siempre habrá que guardar una sonrisa y sacarla en el peor momento.

Ya van llegando los resultados de los examenes y este cuatrimestre tengo un horario que da asco... Tengo un montón de horas sueltas entre una clase y otra con las que no sé lo que hacer. En la biblioteca ya nos tienen fichados. Hay un señor que nada más pisar la biblioteca ya se pone a mandarnos callar como si llevase un bote de insecticida por boca. Y es que claro, si hablamos un poco nos manda callar, pero es que si Fer viene con nosotros no podemos parar de reír, eso sí, reímos bajito para no molestar! :P

El lunes iba a empezar mi vida sana, había quedado con Silvia, Noe y Fer en que iríamos a correr después del examen, pero Noelia estaba muy resfriada y a mi no me quedaban fuerzas después de levantarme antes de las 7, el viaje, repasar... Así que lo hemos dejado para la semana que viene. En lugar de eso al llegar al piso mi tiré en el sofá grande, con la DS, el portátil, el teléfono y la tele... Ya tenía yo ganas de una tarde sin hacer nada.

Y bueno lo de ayer ya es que no tiene nombre. Para empezar, al sonar el despertador salió una canción de Segio Dalma (tengo la primera emisora que pille... Y ojo, que no tengo nada en contra de ese hombre, pero me persigue) y por la tarde salieron las notas de Francés me busco en la lista y no me encuentro, busco con Yoli dos veces por el apellido y otras tantas por nombre y sigo sin encontrarme. Suspenso al canto. Suspenso que no puedo explicarme, así que veré mi examen sea como sea, reclamaré y si hace falta decirle dos cosas a la profesora, se le dicen. Eso sí, siempre con educación, que no se diga. Eso sobre las 5 de la tarde mientras esperábamos a la de Didáctica que estaba "tan tranquila con la batita puesta limpiando la cocina" pensando que era viernes. En ese momento yo me estaba empezando a desesperar porque esperaba la llamada de los que gestionan el público de SLQH para que confirmaran mi asistencia. Terminando las tres horazas de Didáctica recibo un SMS diciendo que se anula... Y ahí estaba yo, con cara de desilusión sin prestar atención a lo que decía el profesor de Matemáticas... cabreada con el mundo, maldiciendo a todos aquellos enchufados que irían a ocupar MI sitio (y el de Juanlu, claro) que ya tenía desde hacía casi dos semanas. Por suerte no habíamos comprado los billetes porque si no me los tendría que haber comido.

Os dejo una canción para suavizar esto un poco. Ya sabéis eso de que las música amansa a las fieras... o eso dicen por ahí. :P